Si hay un pescado que sea protagonista durante estos meses de septiembre y octubre en las mesas de los mallorquines, ése es la llampuga. Existen infinitas formas de prepararlo y para gustos los colores. Nuestra propuesta culinaria pasa por acompañarlo de otro de los productos tradicionales de nuestra huerta, el pimiento. Sin más dilación, a continuación os detallamos la receta de llampuga con pimientos:
Ingredientes
Una llampuga de unos 800 g.
Un bote tomate
Un pimiento rojo grande
1/2 cebolla grande o 1 mediana entera
5 dientes ajos
Aceite de oliva extra
Harina
1/2 vaso de agua
Sal
Pimienta
Un limón
1/2 cucharadita de azúcar
2 hojas de laurel
Modo de preparación
Con la llampuga troceada en la pescadería, procedemos a lavarla bien y la secamos. Pasamos a trocear los pimientos bien con la mano o con la ayuda del cuchillo. Cortamos la cebolla en juliana y chafamos los dientes de ajo.
Una vez tenemos los ingredientes preparados, ponemos una sartén al fuego con aceite y mientras coge temperatura, enharinamos la llampuga. Cuando el esté caliente, la freímos hasta que esté dorada y la sacamos y escurrimos en papel absorbente.
Mientras podemos ir preparando la salsa. Para ello vaciamos el aceite de la misma sartén donde hemos freído la llampuga, dejando tan solo un poco. Añadimos los ajos y la cebolla y los sofreímos un poco, añadimos los pimientos y dejamos que se pochen. Ponemos una pizca de sal para que se reblandezcan antes.
Acto seguido, añadimos el tomate con las hojas de laurel, ponemos un poco de sal y de pimienta y dejamos que se cueza a fuego suave hasta que los pimientos estén suaves. En el caso de que espese demasiado el tomate, se le puede ir añadiendo agua. Llegados a este punto, probamos de sal y si notamos que está un poco ácido lo corregimos con un pelín de azúcar.
Por último, colocamos la llampuga en una fuente o en una olla de barro y esparcimos la salsa por encima para introducirla en el horno. Horneamos unos 20 minutos a fuego medio y ¡listo para chuparse los dedos!
Recomendaciones a hora de comprar y cocinar la llampuga
Como todos los pescados, debe ser muy fresca y para asegurarnos debemos comprobar cómo están los ojos y revisar el brillo de su piel.
Si solo se usan los lomos en la receta, se pueden reservar las cabezas y espinas sobrantes para elaborar caldo para utilizarlo en otras recetas.
Una vez se enharine la llampuga, conviene quitarle bien el excedente de harina.
Este plato puede comerse caliente o tibio y, como ocurre con muchas recetas mallorquinas, está muchísimo mas bueno de un día para otro una vez haya reposado.