Mallorca ya huele a verano y nuestro Mercat de l’Olivar se llena de vida, colores e intensos aromas. Se trata de una época con gran variedad de frutas, la cual más refrescante que la otra: ciruelas, melocotones, melones y sandías… Además, nos aportan los antioxidantes que nuestro cuerpo necesita. ¡Repasemos algunas de ellas!
Ya os hablamos de los sabrosos nísperos, que han llegado en primavera y están en un buen momento para su consumo hasta principios de verano. Sus sucesores son los albaricoques, ricos en potasio y vitamina A.
A finales de primavera aparecen los frutos rojos silvestres como los arándanos, las frambuesas, la grosella y las moras. Contienen fibra, potasio, vitamina C y pigmentos antioxidantes con poder antiséptico (recomendables para prevenir infecciones urinarias).
Frutas ricas en agua
En los próximos meses de mayo y junio encontramos uno de los productos estrella de la primavera: las cerezas, una fruta rica en azúcares óptima hasta mediados del estío. En junio se comercializan las mejores ciruelas, una gran fuente de fibra, lo que nos ayuda a regular nuestro tránsito intestinal. Ya sean rojas o amarillas, en Mallorca existen sabrosas y jugosas variedades autóctonas.
Estas dos últimas frutas contienen mayores azúcares que otras más ricas en agua, como las que mencionamos a continuación. Y es que si hay unos alimentos protagonistas en el verano mallorquín, esos son los melocotones (vitamina A, fibra y potasio) y las nectarinas (mucha vitamina C). ¿Y qué decir de los reyes en las calurosas jornadas de playa?: el melón y la sandía. También contienen potasio, vitaminas y antioxidantes, entre otros nutrientes.
Tampoco nos olvidamos de la pera, que se recolecta en julio y agosto, según su variedad… Y vosotros, ¿cuál nos recomendáis? ¿Qué añadiríais a la lista?