Hace un año, Palma fue elegida como el ‘mejor lugar para vivir del mundo’. Lo decía nada más y nada menos que el diario británico The Times en su lista de las cincuenta ciudades predilectas del planeta, en la que la capital balear se imponía ante rivales de la talla de la canadiense Toronto (elegida por los urbanitas), Auckland en Nueva Zelanda (la mejor ciudad marítima), Hoi An en Vietnam (seleccionada por su gastronomía) y la alemana Berlín (para quienes tienen un presupuesto ajustado).
La calidad de vida, el clima y el entorno eran algunas de las preguntas que la encuesta (dirigida a ingleses repartidos por el mundo) tenía en cuenta. Otra de las cuestiones se refería al sentimiento de acogida, relacionada con la hospitalidad que ofrece Mallorca como destino turístico. Y es que las Illes Balears reciben más de 11 millones de turistas al año (datos del Instituto de Turismo de España), una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos tiempos y que refuerza la calidad de la estancia de los visitantes, la oferta de alojamiento y de restauración, y también la relación calidad-precio.
El Mercat de l’Olivar también suma
El Mercat de l’Olivar es consciente de lo que una ciudad como Palma puede dar gracias a una oferta que tiene en cuenta a la gastronomía, la cultura y el ocio, y que va dirigida tanto a los residentes como a los visitantes. Aprovechando su condición de mercado municipal de referencia y su ubicación estratégica en el centro de la ciudad, el Mercat trabaja a diario para ser un punto de encuentro abierto a todos. Calidad y variedad podría ser su lema, unas cualidades compartidas con Palma como ciudad.
Consciente, también, de la importancia de abrirse a nuevos públicos, el Mercat está poniendo en marcha un completo programa de actividades para todos los gustos, mejorando la experiencia en sus instalaciones con servicio de wifi gratuito y fomentando su inclusión dentro de las rutas turísticas que recorren Ciutat, entre otras muchas acciones en marcha. Todo suma para que Palma continúe siendo una ciudad para vivirla.